El Open de España desata la 'Rahmanía'

Jon Rahm celebra su triunfo en el Open de España 2018 con miles de aficionados que acudieron a verle en Madrid.
Jon Rahm celebra su triunfo en el Open de España 2018 con miles de aficionados que acudieron a verle en Madrid.
Luis Corralo
Jon Rahm celebra su triunfo en el Open de España 2018 con miles de aficionados que acudieron a verle en Madrid.

El Open de España no es ni mucho menos el torneo con mayor dotación del circuito. El ganador recibe 250.000 euros, muy lejos de las millonadas que se reparten en otros campos. Sin embargo, el Centro Nacional del Golf es especial para Jon Rahm, feliz este domingo como pocas veces en su pujante carrera. Su regreso vino acompañado no sólo por el triunfo sino también por un baño de masas.

"Evidentemente espero ganar alguna vez el Master de Augusta o el British, de hecho quiero ganar el mayor número de 'Grandes' del circuito, pero este Open era el sueño de mi vida y ganarlo en 'mi' campo, lo hace más importante", ha dicho tras acabar el torneo con -20, por delante del irlandés Paul Dune (-18) y su compatriota Nacho Elvira (-17), que habían empezado la jornada por delante.

"Me hice mayor como jugador en estas calles y mientras crecía, soñaba con llegar al 18 y ganar. Hoy el sueño se ha hecho realidad", dijo emocionado Rahm, hijo predilecto del lugar, criado en esas calles, bunkers y greens del norte de la capital, y de regreso esta semana después de hacer las Américas.

"Desde que me fui a Estados Unidos tengo en la cabeza estas calles estrechas en las que nuestro entrenador nos 'castigaba' como si nos fuéramos al agua si no caíamos en la calle. Siempre está en mi mente y quizás por eso casi siempre estoy en la calle al salir del tee. No se me olvidan aquellos entrenamientos, me han hecho mejor jugador".

Récord desde Seve Ballesteros

En los primeros nueve hoyos de la jornada dominical, Rahm terminó con 2 bajo par, con tres birdies y un solo bogey. En la segunda parte del recorrido estaba obligado a apretar, ya que ni Dune ni Elvira fallaban. Éste llegó incluso a hacer un eagle.

En cada uno de los dos últimos partidos, mientras los jugadores avanzaban por el campo, la presencia de aficionados iba en aumento. y por tanto la presión. El Open de España no registraba tanto interés desde los tiempos de Seve Ballesteros. Por eso Rahm, ya con el trofeo en sus manos, quiso agradecer al publico y a los trabajadores todo el apoyo: "A los organizadores, jardineros y voluntarios quiero daros las gracias porque ha sido maravilloso todo. Gracias por cómo habéis trabajado antes y durante el Open para que el campo estuviera magníficamente cuidado. Y al público… mil millones de gracias. Gracias por soportarme porque a veces sé que es muy difícil. Me han dicho que en el último día había cerca de 20.000 personas, que unidas a las de los primeros días, hacen que este haya sido uno de los torneos en los que he visto a más gente siguiéndome. Gracias, muchas gracias".

Para alcanzar este 91º Open de España, Rahm ha tenido que remar en cada jornada para no quedarse sin opciones: "Si no lo hubiera ganado, habría sido una de las mayores decepciones de mi vida deportiva porque vine a Madrid para ganarlo". De hecho, hizo un esfuerzo extra para jugar tras quedar cuarto en el Master de Augusta. Se lo había prometido a la Federación Española de Golf como agradecimiento por cómo le cuidaron en sus años de la Blume y los mimos que recibió hasta que se marchó a Estados Unidos para seguir creciendo.

En sólo dos temporadas, Rahm se ha convertido en uno de los mejores jugadores del ranking mundial, en el que ocupa el número 2. En ésta temporada además ha ganado el Carrer Builder Challenge. En total, cinco triunfos como profesional. Él admite que la presión le perseguirá en adelante. Con esta victoria ha nacido en España la 'Rahmanía', que amenaza con correr como la pólvora por el mundo del golf.

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